Muchas veces paso parte de mi tiempo pretendiendo pretender… es decir cuántas veces no hemos sonreído cuando queremos llorar… o gritar… cuantas veces por la situación… por el lugar… por presión… hemos tenido que actuar… hipócritamente estrechar una mano… reír una broma que nos parece mala… o simplemente permanecer en un lugar porque bueno hay peores lugares…
Muchas veces la situación no se presta… muchas veces pareciera que la vida está conspirando en contra de uno… mas la verdad es que el universo no puede ir en contra… eso si tratar de oponerse al destino es perder energía… pero muchas veces temores infundados… nos amarran a una actuación que no merecería ni un solo aplauso, sino lastima… porque honestamente… de verdad resignarse a no ser lo que realmente somos es terrible para el espíritu…
Somos espíritu… es decir tenemos un alma… y en eso coinciden la mayoría de religiones… si tal vez sean 21 gramos… tal vez no tenga peso… tal vez solo tal vez… pero resignarse a ser… hacer… querer sin querer… es la peor condena que podemos cargar… porque si no somos lo que amamos… jamás obtendremos lo que queremos… y si tal vez debajo de esta mascara… encontraremos otra mascara… pero poco a poco podemos tratar de deshacernos de las mismas…
No quiero ganarme un Oscar por la mejor actuación vitalicia… no quiero tener que soportar a mi lado gente dañina… gente que solo sirve para ver lo que está mal… gente que lee las noticias… en lugar de disfrutar de Macondo y sus Cien Años de Soledad, de la Mancha y su ingenioso Caballero por mencionar dos grandes… no quiero gente que dependa de una pantalla para crear criterio… no quiero gente que considere que un único libro contiene la verdad absoluta…
Pretender tener toda la pizza de conocimiento es pretender demasiado… pedir sabiduría es pedir un trozo del cosmos… y este puede ser infinito… pero si gente que pretenda estar mejor cada día… gente que sepa que hay que caer una y otra vez… pero que sepa que hay que levantarse… porque aunque muchas veces el suelo puede ser cómodo… al igual que una trinchera… porque si la vida de cuando en vez se pone peor que un campo de guerra… pretenda no arriesgarse…
Sé que muchas veces soy yo ese que desperdicia días… que no actúa… que no busca justicia… que se siente muy cómodo con las líneas que le dieron para ese día… pero honestamente… cada vez mi papel se vuelve más secundario… y la verdad yo puse el presupuesto… puse las cámaras… puse el espíritu en la línea y no suelo apostar a perder…
Quien dijo que la vida era sencilla estaba tremendamente lejos de la realidad… quien dijo que la vida es lo que queremos que sea… quien dijo que las cosas nos vienen… que los buenos reciben cosas buenas… son en mi humilde opinión patrañas… quizás y solo quizás… cosechamos lo que sembramos… pero es que asolearse todos los días para cuidar la viña no es tarea sencilla… no podemos pretender… que de un día para otro todo cambie…
Lo he dicho… y lo sostengo… el cambio es la única constante… y como duele tener que cambiar… porque debemos de matar parte de nosotros… porque no podemos pretender… no podemos simular felicidad durante toda la vida… tenemos que buscarla… tenemos que adquirirla… no es regalo… tenemos que pelearla… tenemos que pagar un alto precio… tenemos que deshacernos de muchas cosas… estorbos… pesos muertos… al igual que los discípulos de aquel carpintero quienes les fue solicitado dejar a su familia… su profesión… su tierra…
No digo que no haya gente que pretendiendo haya llegado a un punto de comodidad semejante a la felicidad… pero creo que se puede afirmar que la misma es muy frágil… es decir si debe de cambiarse la máscara… se jodio… es como ser un paria en su patria… porque a pesar de que el mundo ni la vida son lo queremos que sean… es el único lugar donde podemos buscar la felicidad… y no quiero ser excluido de tan honorable entuerto…
Pretender por pretender… esperanzarse por esperanzarse… mantenerse por mantenerse… respirar por respirar… creer que el sufrimiento me abre las puertas a un mejor mas allá… y eso si se llega a tener la poca fe de que este cuento no se acaba aquí… ricos que son miserables… pobres que son ricos… que el dinero no lo compra todo… que para todo lo demás existe mastercard… filosofía de bolsillo para los días de lluvia…
No pretendo ser salvador de nadie… no pretendo cambiar el mundo… pretendo cambiarme a mi… para vivir mejor… para quererme más… para poder soportar todo lo que se me viene… todos los obstáculos de los cuales no me queda más que aprender o sacrificar ese peso muerto… para seguir viendo la belleza de los amaneceres milagros cotidianos que hacen que las flores puedan florecer… que hacen que la oscuridad no bañe mis días…
No creo que pueda iluminar con mi alma ni siquiera un cuarto… pero sé que tarde que temprano… podre vivir mejor conmigo… soportarme… estar en paz conmigo… y por fin hacer las paces con este mundo que no puede verme intentar estar bien porque me tienen que joder… y de verdad a veces ayuda mas quien no me viene a joder… nadie se encarga de mi más que yo mismo… y no puedo pretender que alguien más lo haga…
MUNDOGS
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